Descent según Chema Pamundi

Chema el 25 de noviembre de 2012 nos trazó sus impresiones sobre el juego de tablero Descent, ahí queda eso. ¡Ah! Y no dejéis de seguir los PAMUNDI MUSIC AWARDS 2014, en el blog oficial

“Ayer pasé la tarde/noche con unos colegas frikis probando el Descent, un juego que me había estado mirando desde hace años porque según decían era “el nuevo Heroquest”, pero que siempre me acababa tirando para atrás por lo farragosas que pintaban algunas de sus reglas, por la mandra creciente que me produce el concepto “monster game” de Fantasy Flight (una caja tamaño féretro con sopotocientos mazos de cartas, contadores, dados bizarros, macromapas, tarjetas de juego, miniaturas feas…), y por ese look blandito y aburrido de fantasía genérica, con enanos, elfos y orcos cara de acelga. La segunda edición de Descent, con un reglamento más simple y elegante, y un look mejorado en todos los aspectos, eran la excusa perfecta para darle una oportunidad. ¿Veredicto? A ver una cosa…

Parto de la base de que todos los intentos de crear un juego de tablero que emule la experiencia de un juego de rol están abocados al fracaso. Quien quiera jugar a rol que juegue a rol, pero que no busque la respuesta en sucedaneos como Mansions of Madness o Arkham Horror. No estoy nada de acuerdo con aquellos que dicen que este tipo de juegos son “como el rol pero sin las partes aburridas”. En absoluto. Son juegos de simulación táctica y punto. Y el hecho de que tengan temática de fantasía o ciencia-ficción es un mero detalle cosmético. Por poner un ejemplo, a nadie se le ocurriría decir que Space Hulk (que tiene bastantes puntos de contacto con Descent) es un juego de rol, ¿no? Pues eso.

Dicho todo lo anterior, la verdad es que me lo pasé BOMBA. Descent es intenso, divertido, con mucha chicha táctica pese a su sencillez, y con un sistema de experiencia y progresión de personajes que es la verdadera madre del cordero, porque está muy bien hecho y te engancha a seguir jugando una vez tras otra (un poco lo mismo que ocurre con las campañas de Mordheim o con las ligas de Blood Bowl). Hicimos tres escenarios seguidos, y ya tenemos ganas de volver a quedar para seguirle dando caña. Creo que para dos jugadores prefiero el Space Hulk o el Claustrophobia, pero para un grupo de 4 o 5 con intención de jugar de manera sostenida, es de lo mejorcito que me he echado a la cara (a falta de probar algún día al Battlestations, que al parecer es el auténtico “Santo Grial” de este tipo de juegos).

Mu rico.”