Momentos históricos cuarta entrega y última, del 12 de diciembre de 2011 al 13 de enero de 2012

Momentos históricos que se me acaban de ocurrir (XIV):

– Toro Sentado: Mire, y le voy a decir otra cosa, Sr. Cody. Hay perros… Oiga atiéndame, haga el favor, que esto que le digo es sabiduría india. ¡Sabiduría india pura.
– Buffalo Bill: Perdona, ¿qué?
– Toro Sentado: Le digo que hay perros, eh, hay perros… ¡que son más inteligentes que sus amos!
– Buffalo Bill: Sí. El tuyo debe de ser de esos, ¿no?
– Toro Sentado: No, no haga coñas, Sr. Cody. No haga coñas que ya sabe por dónde voy. ¿Y quiere saber algo más?
– Buffalo Bill: Desde luego chato, me estás dando una tarde…

Momentos históricos que se me acaban de ocurrir (XV):

– El Cid Campeador: Quería el trozo éste de queso y media libra de lomo ibérico, por favor.
– Tendero: ¿Cortado fino, Don Rodrigo?
– El Cid Campeador: Sí, bien finito… bien finito.

Momentos históricos que se me acaban de ocurrir (XVI):

– Francisco Franco: ¿Levante Las Palmas?
– Carrero Blanco: Equis.
– Francisco Franco: ¿Equis?
– Carrero Blanco: Hágame caso.
– Francisco Franco: Venga, equis… ¿Rayo Vallecano Mallorca?
– Carrero Blanco: Dos
– Francisco Franco: ¿Dos?
– Carrero Blanco: Oiga, si me lo va a discutir todo…
– Francisco Franco: vaaale, vaaale… ¿Sevilla Hércules?
– Carrero Blanco: Otro dos.
– Francisco Franco: No no… si desde luego… como salga nos forramos.

Momentos históricos que se me acaban de ocurrir (XVII):

– Judas: Vale, ¿y entonces la primera gallina de dónde sale?
– Mateo: De un huevo, claro, pero…
– Judas: ¡A-ha!
– Mateo: ¡Pero es que a eso voy! ¡Que todos los pájaros, o sea las aves, salen de huevos!
– Judas: ¿Y qué? Eso no prueba nada…
– Mateo: ¡Pues claro que lo prueba, tarugo! ¡Que todos los bichos vienen de los peces, y los peces ponen huevos, coño!
– Judas: Pero una especie solo se cataloga como tal cuando aparece el primer especimen; o sea la primera gallina. ¡GA-LLI-NA!
– Mateo: Maestro, por favor, explícale tú el tema…
– Jesucristo: No, no, a mí no me metáis que bastante tengo con lo mío.
– Mateo: Pero tú sabes la respuesta, ¿no?
– Jesucristo: Hombre, ya te digo si la sé. No la voy a saber…

Momentos históricos que se me acaban de ocurrir (XVIII):

– Ringo Starr: El domingo me acabé el segundo, por fin.
– John Lennon: Aleluya, sí que has tardado. ¿Y qué tal?
– Ringo Starr: Pffff… no sé qué decirte… un poco lento, ¿no?
– George Harrison: Es el más flojo, pero de largo.
– Paul McCartney: Pues a mí me gustó, ¿eh?. A mí me gustó.
– George Harrison: Ya, pero lo que decimos es que es peor que los otros.
– Paul McCartney: Bueno, peor.. ¿Qué quiere decir peor? Es diferente.
– George Harrison: No, déjate estar de eufemismos. Es un coñazo y punto.
– John Lennon: Pues anda que el tercero… toda la parte del final, con Saruman ahí en la Comarca, humillao…
– George Harrison: Ostia santa, sí… Aquello no hay por donde cogerlo tampoco.
– Paul McCartney: No, si ahora va a resultar que toda la trilogía es basura.
– John Lennon: No, basura no chato. Pero si tuviera cien páginas menos por libro tampoco pasaría nada.
– Paul McCartney: Perdona pero el tercero es acojonante. La araña… Frodo tirando el anillo a ostias con Gollum… lo del otro hobbit matando al Rey Brujo…
– George Harrison: ¿Era Merry o era Pippin? Los confundo siempre.
– Yoko Ono: Oye, dejar ya de joder al chaval con los spoilers, panda de cabrones.
– Ringo Starr: No, si no creo que lo siga… Ya veré la película.
– George Harrison: ¿Película? ¿De esto? No la harán.

Momentos históricos que se me acaban de ocurrir (XIX):

– Johannes Froben: Hombre, ¿qué hay, Felipe Aureolo Teofrasto Bombasto de Hohenheim?
– Paracelso: Pues que ya me he cagado en tu puta madre. Eso es lo que hay.
– Johannes Froben: ¿Y a éste qué le pasa ahora?
– Erasmo de Rotterdam: Si ya lo sabes coño. Que no le llames por el nombre completo, que le llames Paracelso, que si no se cabrea.
– Johannes Froben: ¡Ay, oye… que piel más fina! Si ya sabe que se lo digo en broma…
– Erasmo de Rotterdam: Sí, pero es que al final acabas cansando con tanta broma. Tú no te das cuenta, pero cansas.

¡Bola Extra!. No se os ocurra perderos los fervorosos versículos que Chema Pamundi dedica al equipo de sus amores en su blog oficial, MICROCAMBIOS en la densidad del aire.

Hemos estado unos días muy liados, sin poder poner material nuevo (es un decir), pero aquí estamos otra vez. Ya hemos dicho varias veces que Chema Pamundi puede hablar de casi cualquier cosa, incluyendo Crónicas de Sociedad, en el mejor estilo de Hola, Semana o Lecturas.

Publicado por Chema Pamundi en la lista de correo de Yahoo, Mundostia, el 24 de mayo de 2004.

«Hola a todos, aquí Chema. Qué guachi la boda del príncipe y tot plegat. Tendría que haber una cada mes. Qué diver. El sábado me enchufé 8 horas de televisión seguidas (de las 11 de la mañana a las 7 de la tarde). Ya se que la mayoría de vosotros sois unos modernos y tenéis que hacer ver que os da por culo la realeza (eso sí, a todos se os pone dura con el rey Arturo, el rey Theoden, el rey Enrique V, y todos los reyezuelos del Game of Thrones; y si en la partida de D&D alguno de vosotros llegase a rey, mearíais colonia; las contradicciones de la vida…). Yo es que no consigo ver la diferencia entre una boda real, un festival de Eurovisión, una inauguración olímpica o una final de la Champions. Igual de lícito me parece llorar y echarse a la calle cuando el Barça gana una copa (la del Rey, por ejemplo…), que cuando se casa un príncipe. Por lo tanto, por si a alguien le interesa comentarlo:

  • Qué buena está Rania de Jordania, y qué despampanante (aunque fuese de largo, jodiendo el protocolo; qué vaya como quiera, que está como un queso).
  • Qué gilipollas Ernesto de Hannover, dejar tirada y en ridículo a Carolina (once again), y saltarse el sistema de seguridad para irse a emborracharse por Madrid. Se tendría que haber encontrado unos skins que le rompieran los dientes.
  • Qué burro el marido de Esperanza Aguirre, cruzar la alfombra roja hablando por el móvil.
  • Qué hortera Agata Ruiz de la Prada, vestida de pitufo republicano y con cara de cabreo.
  • Qué rancias y qué ridículas: las mujeres de Felipe Gonzalez, Aznar y Maragall. Mucho mejor las de Zapatero y Rajoy (será el nuevo talante).
  • Qué travesti y que trucker Arancha Sanchez Vicario (as always).
  • Qué elegantes Arturo Perez-Reverte y Miguel Bosé, con chaqué personalizado, para evitar el efecto pingüino.
  • Qué porte y qué elegancia tiene Carlos de Inglaterra. Qué cabrón, el tío. Será un putero y todo lo que quieras, pero tiene clase hasta cuando caga. Desfiló por la alfombra como nadie, en plan torero (erguido, pausado, mesándose los gemelos, metiendo la mano izquierda en el bolsillo del chaleco… brutal). Estos ingleses parece que han nacido con el chaqué puesto. Un maestro del protocolo, este Carlos.
  • Qué echa polvo estaba Letizia, y menudas ojeras tenía. Llevaba lo menos dos kilos de corrector facial, pero ni así lo disimulaba. Cuando acabó el chou en el balcón del palacio real, estaba que no se tenía en pie. Poco debió follar Felipe la noche de bodas.
  • Qué mongo es el rey, que cuando Felipe le pidió permiso no se enteró porque estaba leyendo no se qué coño de prospecto.
  • Qué coñazo la ceremonia (y eso que era la versión corta). Y qué inútil el Cardenal de Madrid (tartajeaba, se equivocaba, se le cayeron las arras…).
  • Y cómo moló la lluvia, y el debate de la Campos con el Peñafiel echando espuma por la boca, y todas esas discusiones estériles («las arras eran demasiado grandes», «las arras eran demasiado pequeñas»).
  • Al vestido de Letizia le faltaba vuelo en la cola, y un moño más alto y más juvenil. Pertegaz, que en los 60 era un gran modisto, hoy en día es un soso de cojones, y en vez de un traje de boda le diseñó a Letizia un uniforme de Star Trek.

Bueno, os dejo, que acaba de llegar Vero con el Lecturas (edición especial, 370 páginas; más que el Player’s Handbook).»

Seguimos adelante con los orígenes de los famosos Pamundi Music Awards.

A continuación se detallan todas las categorías y nominaciones. Como dijimos en el episodio anterior, todos los nominados han sido seleccionados por el propio Chema Pamundi, y votados por los miembros de la lista. Las subcategorías y los nominados de la sección Mundostia os van a sonar a chino a casi todos, pero las conservamos por su interés histórico. Nótese que la música solo aparece en un apartado, el mejor disco del año.

Publicado por Chema Pamundi en la lista de correo de Yahoo, Mundostia, el 4 de enero de 2007.

 

CATEGORÍAS MUNDOSTIA

 

Mejor PNJ

  1. El Archiprelado
  2. Rosco Frasquito
  3. Maeve
  4. Bonilla
  5. Reulann Capaverde

 

Mejor Enemigo

  1. Heidi (Paz Murali)
  2. Marcus Gilegard
  3. Morgo
  4. El Warlock
  5. Bonilla

 

Mejor Aventura

  1. Castle Drachim
  2. Death Rock (la abadía de los Montses)
  3. Warlock of the Stonecrowns
  4. Tuornen In Flames (la defensa de Haes)
  5. Into The Giantdowns (el rescate de Thorienel)

 

Mejor Combate

  1. La lucha final en el Castillo Drachim
  2. La defensa de la Abadía de los Montses
  3. En Rjuriklandia contra 40 orogs, 30 globins, 3 ogros-magos y un gigante
  4. El asalto a Can Warlock
  5. La defensa de Haes

 

Objeto Mágico Más Carismático

  1. El mazo de múltiples cosas
  2. La espada Barrakhul
  3. Las espadas de Cimbrelinn
  4. El Cristal del Aire
  5. La campana de Sheol

 

Mejor Ayuda De Juego

  1. Las Tact-Tiles
  2. Las cartas munchkin de las preguntas
  3. La santa paciencia de Christian
  4. Fiar PX a los jugadores membrillo
  5. El puntero retráctil Wiz-Master 2.000

 

Suplemento Más Útil

 

  1. Escenario de Campaña de Birthright
  2. Player’s Secrets Of Tuornen
  3. Book of Vile Darkness
  4. Escenario de Campaña de Midnight
  5. Warlock Of The Stonecrowns

 

Mejor Momento Heróico

  1. El cañamón y Oeric contra los sectarios de Can Drachim, con el resto del grupo KO
  2. El cañamon captura a un demonio con el Espejo de las Almas
  3. El cañamón firma en el libro de Morgo para sacar del Shadow World al resto del grupo
  4. El cañamón salta sobre la espalda de un hombre lobo, y lo cabalga
    mientras le arranca un símbolo de protección para que el resto del grupo pueda atacarle.
  5. El grupo es esclavizado por unos orogs que les obligan a atacar unafortificación llena de enanos, y el grupo decide cambiar de bando en mitad de la batalla y ayudar a los enanos (rollo La sombra del águila)

 

Mejor Momento Tonetti

  1. El cañamón olvida que tiene la habilidad de hablar con ajenos, y un ajeno le arranca la cabeza a Caern de un guantazo
  2. El cañamón se hace pasar por Bonilla, el gran líder Globin, ante una tribu de Globins y Orogs
  3. El cañamón y el enano «tunean» el bastón del mago y se lo joden
  4. Oeric entrena a un equipo de fútbol formado por Globins y por los demás miembros del grupo, durante un torneo en el reino de las hadas
  5. Drane y Thorienele se hacen pasar por ghouls y se pasean a oscuras por un castillo lleno de vampiros, fingiendo que tienen infravisión

 

Mejor Momento Crap

  1. El grupo recoge a la pobre Heidi, una paladina en apuros que tras varias sesiones de rapiñarles raciones, curaciones y equipo, resulta ser la vampira Paz Murali
  2. Gurk le mete un hachazo en el cráneo a un niño y se cree que ha pelado al Warlock
  3. Caern activa una trampa y le cae una bola de fuego a Bowie. No contento con eso, Caern decide volver a probar suerte y le cae una segunda bola de fuego a Bowie. Bowie muere
  4. El cañamón y el enano se erigen en portavoces del grupo para parlamentar con unos gigantes. Tras un minuto de parlamento, las negociaciones se saldan con dos PJs muertos y el resto del grupo corriendo montaña abajo
  5. Lash utiliza el mazo de múltiples cosas contra la voluntad del resto del grupo, y bueno… pues así estamos

 

Mejor Puteo del GC

  1. La clériga sólo puede lanzar conjuros de primer y segundo nivel/li>
  2. El New World Order impuesto por el Warlock
  3. El sistema Low Magic
  4. Los saltos del cañamón al Shadow World
  5. Todos los PNJs con los que habla Thorienel son subnormales
CATEGORÍAS GENERALES

Con un pequeño comentario sobre el ganador de cada una.

Mejor juego del 2006

  1. Thurn And Taxis (Rio Grande Games)
  2. Exploradores (Kosmos)
  3. Battlelore (Days Of Wonder)
  4. Sherezade (Phalanx Games)
  5. Magic: The Gathering. Ciclo de Ravnica (Wizards Of The Coast)

En esta categoría he hecho un mix entre juegos publicados tanto en España como en el resto del mundo durante el 2006. Por ejemplo, Exploradores es anterior al 2006, pero como se ha publicado en España en este año, entra en concurso. Thurn And Taxis gana porque, a pesar de ser el típico juego alemán al que le falta algo de carisma (he jugado a temas más apasionantes que los servicios postales en Alemania durante el siglo XVIII), tiene unas mecánicas muy elegantes (el mejor sistema de conteo de puntos que he visto en años). Es como un Ticket To Ride más pulido y con una serie de vueltas de tuerca muy hábiles para jugadores especialistas. Además, engancha y no cansa.

Mejor serie de TV del 2006

  1. 24
  2. Battlestar Galactica
  3. House
  4. Anatomía de Grey
  5. Roma

Ni Jason Bourne, ni el nuevo James Bond, ni siquiera Ethan Hunt. El agente secreto postmoderno se llama Jack Bauer. Nadie tiene su capacidad de improvisar bajo presión, ni su absoluta falta de escrúpulos para conseguir lo que se propone. La quinta temporada de 24 es fenomenal de principio a fin, con un ritmo que corta la respiración y un guión que da un nuevo significado al término “cliffhanger”. Sensacional.

Mejor película del 2006

  1. Werner Herzog. Grizzly Man
  2. Alfonso Cuarón. Hijos de los hombres
  3. Ang Lee. Brokeback Mountain
  4. Steven Spielberg. Munich
  5. Martin Scorsese. Infiltrados

Werner Herzog ha sido siempre un genio, pero a una edad en la que muchos otros directores ya no dan más de sí, el ha encontrado en el documental la forma perfecta de expresión para explicar sus teorías del individuo luchando contra el universo. Grizzly Man sorprende, asusta, sobrecoge, y como espectador te transforma. Nada que yo haya visto durante este 2006 me ha pegado tal meneo emocional. Se quedan fuera, por los pelos, Borat y United 93.

Mejor Evento Deportivo del 2006

  1. Francia sub-campeona del mundo de futbol (os jodéis)
  2. El Barça campeón de la Champions (os jodéis)
  3. España campeona del mundo de basquet (os jodéis)
  4. Shaquille O’Neal gana el anillo de la NBA con Miami Heat (os jodéis)
  5. Mike Martz despedido por fin de los St. Louis Rams (que se joda)

Nadie contaba con ellos para hacer nada serio en el torneo de fútbol más importante (y difícil) del mundo, y míralos. Si la mala cabeza de Zidane no lo hubiese evitado, campeones y todo. En fin, por quedarme con lo positivo, Francia fue posiblemente el equipo más completo del mundial, y disputó los dos mejores partidos que vimos en todo el torneo (Francia-España y Francia-Brasil).

Mejor disco del 2006

  1. The Knife. Silent Shout
  2. TV On The Radio. Return To Cookie Mountain
  3. Arctic Monkeys. Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not
  4. Junior Boys. So This Is Goodbye
  5. The Thermals. The Body, The Blood, The Machine

Los dos primeros los tenía más que claros (ya sabéis lo que pienso de ambas bandas). El tercero y el cuarto me han dado algo de debate interno (finalmente me he decantado a favor de los Arctic Monkeys porque tienen una energía y una frescura rollo Clash o The Jam que me encanta; y porque han triunfado en los charts sin tener un solo single al uso, ahí sus huevos). El quinto puesto ha sido una dura lucha entre The Thermals y el último de Belle and Sebastian (The Life Pursuit). Creo que quizás el disco de The Thermals es más conciso y tiene menos temas de relleno.

Mejor libro del 2006

  1. Shimon Tzabar. Cómo perder una guerra (y por qué)
  2. Juanjo Sáez. El arte. Conversaciones imaginarias con mi madre
  3. Alessandro Barbero. La batalla (historia de Waterloo)
  4. Mark Haddon. El curioso incidente del perro a medianoche
  5. Roger Ebert. Las grandes películas 2

Bueno, en este caso la lista incluye lo mejor que me he leído en el 2006, aunque un par de esos libros hayan sido publicados uno o dos años antes. El libro de Shimon Tzabar gana porque recupera la mala hostia y el humor negro de Jonathan Swift o Mark Twain, y lo aplica a una teoría que, por su fría lógica y por la cantidad de datos que aporta, se acaba haciendo inapelable: sale más a cuenta perder una guerra que ganarla. Tzabar demuestra que la Francia de Napoleón, la Alemania de Hitler y demás potencias que han sido derrotadas tuvieron menos muertos, menos crisis económica y más desarrollo social que los vencedores. Además, explica cosas tan divertidas como el modo de levantar correctamente los brazos cuando vas a rendirte (incluye gráficos), o como, en caso de necesidad, puedes confeccionar una bandera blanca usando ocho banderas norteamericanas. Un libro absolutamente brutal.

Tercera entrega de momentos históricos, del 2 al 7 de diciembre 2011

Momentos históricos que se me acaban de ocurrir (IX):

– Atila: Esta noche he soñado contigo, Prisco.
– Prisco: ¿Es coña?
– Atila: No no, te lo juro.
– Prisco: Y qué, y qué, y qué, y qué…
– Atila: Estábamos en unas termas… y entraba un perro que se ponía a hablar.
– Prisco: ¿Y qué decía?
– Atila: No me acuerdo bien… era algo relacionado con dinero…
– Prisco: Ostias… ¿Pero qué? ¿Qué nos pedía pasta o que nos la daba?
– Atila: No, que nos proponía un negocio… Ahora no caigo en losdetalles, pero tenía mucha chispa.
– Prisco: Yo cuando sueño luego me lo apunto, si es una cosa así chocante.

Momentos históricos que se me acaban de ocurrir (X):

– Gregorio Marañón: Joder macho, has dejado la cocina hecha un asco.
– Ortega y Gasset: Luego friego; ahora vamos a comer, que el revoltillo frío no vale nada.
– Gregorio Marañón: Ya, los cojones vas a fregar. Acabaré limpiándolo todo yo como siempre, que ya nos conocemos.
– Ortega y Gasset: El progreso consiste en conservar aquella esencia del ayer que tuvo la virtud de crear este hoy mejor.
– Gregorio Marañón: Sí hombre sí, tú a la que ves que no tienes razón cambias de tema.

Momentos históricos que se me acaban de ocurrir (XI):

– Henry Kissinger: A7.
– Richard Nixon: Agua.
– Henry Kissinger: B7.
– Richard Nixon: Agua.
– Henry Kissinger: Sr. Presidente…
– Richard Nixon: ¿Sí, Hank?
– Henry Kissinger: ¿Puedo hablarle con franqueza?
– Richard Nixon: Claro, Hank, dispara. Y deja eso de “Sr. Presidente. No estamos en la sala de guerra.
– Henry Kissinger: Ya, bueno, Pues Richard… ¿Eres consciente de que, con las casillas que te quedan libres, es físicamente imposible que te quepa el portaaviones?
– Richard Nixon: ¿Uh? ¿Qué quieres decir? ¿Qué…?
– Henry Kissinger: ¡El portaaviones coño, el portaaviones! ¡A7, B7! ¡No te queda ningún espacio con cinco casillas libres seguidas!
– Richard Nixon: ¿B7? Ah, Je-je… ¡Había entendido E7! B7 es tocado. Perdona, ¿eh? Tocado, tocado…
– Henry Kissinger: Joder Richard, es que ni a los putos barquitos podemos jugar en paz…
– Richard Nixon: ¡Oye, que nada más ha sido una cagada! ¿Es que tú no te equivocas nunca, o qué?
– Henry Kissinger: Es igual. Paso de discutir, Sr. Presidente.

Momentos históricos que se me acaban de ocurrir (XII):

– H.P. Lovecraft: Country.
– August Derleth: Western.
– H.P. Lovecraft: Country.
– August Derleth: Western.
– H.P. Lovecraft: Country.
– August Derleth: Western.
– H.P. Lovecraft: ¿El gramófono de quien es? Pues country.

Momentos históricos que se me acaban de ocurrir (XIII):

– Bin Laden: ¿Y esto del Larry Wachowsky, qué? ¿Cómo te quedas?
– Ahmed al-Kuwaiti: ¿El qué?
– Bin Laden: Que se ve que ahora es una tía. Que se ha operado y tal.
– Ahmed al-Kuwaiti: Pero esto ya hace tiempo que se dice, jefe. Hace bastantes años.
– Bin Laden: No fastidies…
– Ahmed al-Kuwaiti: Sí. Que ya se hace llamar Lana y todo.
– Bin Laden: Joder, no me entero de nada. Pues yo lo leí ayer en el Al-Hayat y me quedé a cuadros.
– Ahmed al-Kuwaiti: La primera de Matrix era buena por eso, ¿eh?
– Bin Laden: ¿La primera? Buh. ¡BUH! Mira que la he visto veces, y cada vez que la pillo en la tele me engancho.
– Ahmed al-Kuwaiti: No se ha superado lo del bullet time. ¿A nivel de FX? No se ha superado, te lo digo.
– Bin Laden: Qué lástima por eso las otras dos…
– Ahmed al-Kuwaiti: La tercera aún. La segunda es pura mierda.
– Bin Laden: El otro día vi al Fishburne en CSI… Se ha puesto gordo… pero gordo, gordo.
– Ahmed al-Kuwaiti: Yo últimamente no estoy viendo nada de series.
– Bin Laden: ¿Ese ruido son tiros?
– Ahmed al-Kuwaiti: Voy a ver.

Ya no se hace periodismo de investigación como el que hemos realizado desde este blog. Hemos tenido que amenazar, sobornar e incluso practicar sexo (no el sexo agradable y maravilloso sino el que duele y te hace ir de pie en el metro), pero hemos conseguido acceso a una fuente de información con la que llenaremos muchas entradas del blog. Pero lo más importante, hemos descubierto el gran secreto oculto, la primera edición de los Pamundi Music Awards…

Y no es de extrañar que se mantuviera en secreto, porque ni era ese su nombre original, ni tan siquiera fue idea de Chema Pamundi.

Allá por el año 2006, Chema Pamundi arbitraba una partida de AD&D a un grupo de amigos. La partida recibió el apodo de Mundo Ostia, por las numerosas putadas a las que el master sometía a sus jugadores.

Ese grupo de jugadores creó un grupo de correo en el olvidado Yahoo, que sirviera como nexo de contacto entre ellos, bien para comentar cosas de la partida o para concretar los días en que jugaban. Evidentemente, no solo se hablaba de eso, sino de un buen número de temas, como cabría esperarse de una reunión de frikis como ésta.

Chema Pamundi siempre ha sido algo negado para las tecnologías modernas, así que tardó en llegar a la lista, pero cuando lo hizo empezó a deleitar a sus miembros con escritos como los que se pueden apreciar en este blog.

La semilla de lo que acabarían siendo los Pamundi Music Awards viene de la mano del famoso dibujante Joan I. Guardiet, uno de los jugadores de la campaña, que sugiere unas votaciones a las que denomina Mundostiemmys ’06, como puede verse en el siguiente texto del 6 de diciembre de 2006.

Donat que s’acaba l’any, i amb aixó un altre nou any de campanya, he pensat que podriem convocar uns premis annuals en diferents categories, basades tant en la campanya com en perifèrics que fins i tot afecten a gent externa a la campanya. Què us sembla la idea?¿ Es podrien donar premis, fins i tot! Aquí van algunes categories que se m’han acudit… Crec que hauria d’haver tres candidats a cada categoria… En teoria hauria de ser de coses retllevants d’aquest any, però suposo que se’ns colaran coses dels anteriors.

A esto le sigue una lista de categorías en dos partes. Una primera de nominaciones relacionadas directamente con la campaña de rol, y otra a la que llama generales. La idea inicial es que los miembros de la lista vayan aportando candidaturas, que luego se irán filtrando hasta quedar las nominaciones finales. La idea gusta a todo el mundo, pero demuestra ser un caos.

Pasado un mes, el 4 de enero de 2007, Chema decide tomar cartas en el asunto, y sin el más mínimo pudor usurpa el control que hasta entonces llevaba Joan I. Guardiet. Han nacido los Pamundi Awards.

Bueno, como aquí nadie se anima a votar en los Emmys de Mundostia, he decidido pasar de todo el mundo y votar yo los Pamundi Awards a lo mejor del 2006. Al fin y al cabo, mi criterio es muy superior al vuestro en la mayoría de ramas del arte y el conocimiento (bueno, excepto por Ari, que es la única que me ha hecho caso y ha visto Grizzly Man, y Antonio, que se lee todos los libros que le regalo), y mi proverbial buen gusto y mi estatus de paladín de la equidad garantizan que estos resultados son absolutos y perfectos. El que no piense igual que yo, básicamente se equivoca (triste aceptarlo, ya lo sé, pero cuanto más tardéis en asumirlo más sufriréis). Allá voy. He dividido los resultados en dos mails, para no cansar a la peña y para que, quien quiera, pueda enviarme a la mierda por duplicado. En este mail van las categorías Mundostia (tal como las dijo Joan), y en el siguiente las categorías Generales (música, libros, etc).

Y a continuación iban las categorías una a una, con cinco nominados en cada una. Hay que decir que la primera parte, la basada en la campaña de rol, reúne bromas internas de los jugadores, que es difícil apreciar si no se han vivido. En próximas entradas detallaremos las nominaciones y los ganadores. Hay que añadir que en estos primero Awards, no era Chema Pamundi el que decidía los premios finales, si no que los votaban los miembros del grupo de correo, y con todos los votos salían los ganadores, como veremos en la siguiente entrada.

Inopia II de Chema Pamundi

Publicado: febrero 19, 2015 en Humor

No, no os habéis confundido, publicamos Inopia II sin haber publicado Inopia I, por si alguien dudaba de nuestra falta de criterio.

Chema es conocido por su afición a grades humoristas, Woody Allen, Monty Phyton, Faemino y Cansado, George Carlin, y tantos otros. En muchas ocasiones algunos de sus escritos son solo un ensayo de humor absurdo. Los dos escritos de Inopia son de este estilo, el I es tan, tan , tan absurdo que aún no nos atrevemos a publicarlo, quizás más adelante. El II nos hizo llorar de risa cuando nos lo encontramos, buceando en busca de material. Disfrutad.

Publicado por Chema Pamundi en la lista de correo Mundostia, el 7 de febrero de 2007

«Con ánimo de distraerme me he dispuesto a afeitarme con un ingenio que adquirí hace un par de días en una tiendecita de higiene personal y de pequeños electrodomésticos. Se trata de una máquina afeitadora eléctrica de la prestigiosa multinacional europea Braun (excelentes minipímers). Siendo como soy un recién llegado al mundo del afeitado industrial me he leído el manual de cabo a rabo. Reproduzco a continuación algunos extractos de la guía:

«-Mantenerse sentado mientras se usa el aparato.»
«-No usar dormido, o si tiene tendencia a dormirse.»
«-No usar el aparato con animales domésticos.»

Y otras consideraciones similares que no está de más recordar.

Llego a la parte interesante:

«Modo de empleo: -Llenar el depósito de agua caliente.»

Acostumbrado al afeitado manual me cuesta imaginar para qué se tiene que llenar el «depósito» de agua «caliente». Es más: no doy con el citado depósito. Opto por sumergir el aparato un buen rato en agua hirviendo. Sigo leyendo:

«-Conectar el aparato a la red.»

Así lo hago. Noto un chisporroteo in crescendo que culmina con una pequeña llamarada. Deduzco que debe tratarse del mecanismo de ignición pero, aun así, sofoco las llamas con una toalla.

Sigo leyendo.

«-Sentarse y poner los pies sobre el aparato.»

No acostumbro a rasurarme los pies (no por pereza) ya que no los tengo especialmente peludos, particularmente en las plantas. De todos modos obedezco las instrucciones, me siento en el borde de la bañera y coloco los pies sobre la Braun Flex-XP 5600. Había oído hablar de la depilación por descargas eléctricas, así que no me arrugo cuando noto fuertes calambres en las extremidades. Ahora bien; el pelo de la barba parece no moverse ni desprenderse, por lo cual piso con más fuerza. Cuando no puedo resistir más el achicharramiento en los pies y ya tengo el cabezal metálico adherido con saña a los talones, desenchufo el aparato tal como dicen las instrucciones:

«-No masajear más de 15 minutos seguidos. Desenchufar y volver a repetir el proceso.»

Vuelvo a sumergir la máquina en agua a 120 grados Celsius y la enchufo nuevamente. Pierdo un buen rato buscando velas, ya que la máquina se ha auto-incinerado y ha hecho saltar los plomos. Por prudencia evito poner los pies sobre el churro de plástico contorsionado y humeante. Quizás es momento de ir a sellar la garantía y hacerle al vendedor un par de preguntas de «tú» a «tú». Miro el manual y creo entender el porque del problema.

«Taurus. Bahia Relax. Bahia Jacuzzi. Hidromasajeador de pies.»

¡Ajá! Intuyo que, accidentalmente, al embalaje de la afeitadora ha ido a parar el manual de otro ingenio electrónico (en este caso un hidromasaje para los pies). Meto todo en la caja y me dirijo al establecimiento donde la adquirí. El vendedor se niega rotundamente a sellarme la garantía. Le recalco la importancia del pequeño comerciante en el marco del nuevo modelo de financiación catalán, pero no se da por aludido. El malentendido sube de
intensidad y, finalmente, muy disgustado me voy de allí, no sin antes haber adquirido un atractivo aparato a pilas para sacar las bolitas de lana de los jerseys.

Llego a casa, lo abro dispuesto a probarlo y leo las instrucciones:

«-Cepillar como con cualquier cepillo manual, describiendo círculos sobre los dientes.»»

La semana pasada Chema Pamundi hizo públicos sus famosos Pamundi Awards de 2014 en su blog oficial (el link en la barra lateral, de nada). Pero ¿qué pasó en ediciones anteriores? El primer rastro del que hemos conseguido datos, es de 2007, hay una edición anterior (eso o Chema se ha descontado en algún momento), la primera, pero seguimos intentando conseguir el material. Inicialmente los Awards contaban con Películas, series, música (solo discos, la lista de tonadas nació en 2008) y lecturas (y también juegos). En otra ocasión puede que pongamos las demás categorías, hoy nos limitaremos a la música. Los vídeos de Youtube los hemos escogido nosotros, y además hemos modificado el orden, para que quede mejor.

Publicado por Chema Pamundi en la lista de correo Mundostia, el 19 de diciembre de 2007.

«Los mejores discos del año, according to Chema Pamundi, del 10 al 1.

10. Superfamily – Warszawa


Me ha extrañado no ver este disco en ninguna de las supuestas listas infalibles de lo mejor del 2007. De hecho, ni siquiera he podido encontrar una reseña como dios manda (ni en Pitchfork, ni en Metacritic, ni en Rolling Stone…), lo cual sólo demuestra que en la música pop, como en todo, hay unas élites indies (sí, indies mis cojones) que se van turnando para figurar en la palestra a base de promoción de las multinacionales (un año Radiohead, al siguiente Bjork, al otro quien sea). Los artistas que se mueven en los márgenes de esa “inteligentsia” o que no se ciñen al canon anglosajón no rascan bola (Superfamily son noruegos, los pobres). En fin, me la pela, Warszawa es un discazo. El petardeo y los sintetizadores locos de A-ha pasados por un turmix post-punk, y con el puntito justo de stadium-rock. Contiene, además, la canción con el mejor título del año (y uno de los mejores singles del 2007): “The Radio Has Expressed Concerns About What You Did Last Night”.

9. New Young Pony Club – Fantastic Playroom


En una época en la que todo el mundo intenta hacerse el interesante y resultar más original (más raro) que el vecino, para hacerse un hueco mediático desde el que llamar la atención del público, resulta reconfortante descubrir que uno de los mejores discos del año es sencillamente electro-pop del de toda la vida. New Young Pony Club no intentan inventar nada nuevo, pero lo que saben hacer lo hacen muy bien. Desarrollos de sintetizador que se pegan como un chicle, melodías que recuerdan a Talking Heads (sin el efecto fotocopia de otras bandas con más prensa pero menos talento como Clap your hands say yeah!), y un agradable aroma a auténtico post-punk ochentero. Sin esforzarse, Fantastic Playroom tiene tres o cuatro de los mejores cortes del año. Chulísimo.

8. John Murphy – 28 Weeks Later (banda sonora)


John Murphy lleva ya unos cuantos años compitiendo en la primera división de los mejores compositores de bandas sonoras, sin que nadie repare en él. Su música obra el prodigio de elevar el tono de cualquier película en la que toma parte, acompañando la acción sin resultar intrusiva. Además, escuchadas fuera de su contexto natural, las bandas sonoras de John Murphy se sostienen perfectamente por sí mismas, reteniendo toda su capacidad evocadora. 28 Weeks Later es su mejor trabajo hasta la fecha, el más intenso y el más logrado. Murphy toma como eje musical el tema central de la anterior película de la serie, 28 Days Later (el celebrado “In The House – In A Heartbeat”) y lo deconstruye con diferentes arreglos según las necesidades dramáticas del filme, con resultados escalofriantes. En esta ocasión Murphy ha compuesto la banda sonora completa, a diferencia del caso de 28 Days Later, donde su música se vió complementada por temas pop de otros artistas de vanguardia. Aún así, las fantasmales melodías de Murphy mantienen y potencian toda la sensación de desasosiego, de mal rollo, que en 28 Days Later tenían las canciones de Godspeed You Black Emperor o Brian Eno. La música del apocalipsis.

7. The Snake The Cross The Crown – Cotton Teeth


Folk épico. ¿Yo flipando con un disco de folk? Efectivamente, muy bueno tiene que ser. En el fondo es lo de siempre: una voz que canta arrastrando las palabras, unas nostalgias, un piano, unos coros, unos crescendos (y qué crescendos; a mí los crescendos bien hechos es que me pueden)… Pero qué bonito es, coño. Se ve que antes esta banda hacía emo (de ahí, supongo, su gusto por los crescendos), y ahora se ha pasado al folk-rock arrebatado. No se… si The Snake The Cross The Crown han conseguido que me guste el rollo americana, igual también consiguen que me guste el emo (aunque esto lo veo más difícil). A mí desde luego Cotton Teeth me ha llegado bastante más hondo que otras operaciones folk más mínimal y más del gusto de la crítica modernilla y enrollada, como el último de Okkervil River (que estará todo lo bien que tú quieras, pero me deja absolutamente frío). Y claro, además están esos crescendos…

6. Spoon – Ga Ga Ga Ga Ga


Durante bastantes meses, Ga Ga Ga Ga Ga (nunca sé si son cuatro o cinco “Ga”) fue mi disco favorito del año. Al final como véis ha habido un puñado de CDs que le han pasado por delante, pero el de Spoon sigue teniendo un rincón de privilegio en mi corazoncito (he pasado tardes cojonudas gracias a él). Spoon son una de esas bandas que en una primera escucha parecen del montón, pero poco a poco van entrando en tu sistema nervioso hasta que se te hacen imprescindibles. Este es de largo su mejor disco, en un catálogo ya de por sí bastante granado. Lo que hace a Ga Ga Ga Ga Ga superior a las anteriores obras de Spoon no son los tres o cuatro singles perfectos que tiene, sino precisamente esas otras canciones de supuesto relleno, que brillan por todos los rincones del disco y que no te puedes quitar de la cabeza por mucho que lo intentes (Don’t Make Me A Target, The Ghost Of You Lingers, My Little Japanese Cigarette Case…). Ahí es donde te conviertes en un converso de la causa.

5. PJ Harvey – White Chalk


Cuando oigo que un artista de rock ha grabado un disco al piano, me pongo a temblar (me vienen a la mente adjetivos terribles, como “experimentación” o “maduración”, que en realidad suelen ser eufemismos de los críticos para no tener que decir la verdad, que no es otra que “decadencia”). En esta ocasión, no obstante, me equivoqué por no tener en cuenta un detalle fundamental: PJ Harvey es infalible. Lo que en manos de cualquier otro cantante podría desembocar en un coñazo, una pedantería como la copa de un pino o una ñoñez digna de un anuncio de compresas (¿Carla Bruni?), en las manos de Polly Jean se convierte en un auténtico diamante musical. Canciones de una tristeza gélida, de una feroz mala leche, de un sonido espacial que recuerda a partes iguales a la Diamanda Galas más pop, a una Tori Amos con tendencias suicidas, al folk tradicional de unos Malicorne de bajona emocional, o a las ensoñaciones shoegazer de Pale Saints o Slowdive. Y la guitarra de John Parish punteando el desasosiego… y la producción de Flood interfiriendo lo justo para amplificar la sensación de depresión, de claustrofobia… acojonante. White Chalk es además un disco sorprendentemente accesible, que se presta sin esfuerzo a las escuchas repetidas, entre otras cosas porque se termina mucho antes de lo que debería (dura apenas 33 minutos). Miel en los labios.

4. Beirut – The Flying Club Cup


¿Pero de donde han salido estos tíos? Los descubrí de pura chiripa en la web de Popmatters, no sabía ni que existían (la verdad, no estoy muy puesto en bandas de pop mexicanas con influencias de la música tradicional de Europa del Este), y resulta que tienen dos discos y un buen montón de Eps. Este The Flying Club Cup que nos ocupa es realmente magnífico. Pop-folk arty con toques de lounge, trompeteos mariachis (toma ya), e influencias de la mejor música francesa del último siglo (desde Brel hasta Gainsbourg). Fresco, emocionante, optimista, melancólico… un disco que te ensancha el pecho. Y la voz de Zach Condon… por Dios, cómo canta este tío. Este mismo año han publicado un EP llamado Elephant Gun, y la canción que le da título me parece una de las cosas más hermosas que he oído en mucho tiempo. Una maravilla.

3. M.I.A. – Kala


Qué grande es esta mujer. Los que pensaban que Arular fue fruto de la casualidad, o de una coyuntura favorable para la mezcla de hip-hop y world music (últimamente lo exótico vende, ya se sabe; sino que se lo pregunten a Matisyahu), deberán rehacer sus esquemas, porque Kala es aún mejor de lo que era Arular (y mira que Arular ya era jodidamente bueno). Kala es más arriesgado, más extremo, más completo, más cohesionado, y en definitiva, tiene más canciones apabullantes (básicamente, todas) que su predecesor. Melodías boollywodianas (Jimmy), samplers de metralletas (Paper Planes), ritmos para reventar la pista de baile (Bamboo Banga)… Y una mala hostia tremebunda. Decía Gil Scott-Heron que la revolución no será televisada. Bueno, pues parece que M.I.A. sí que cree posible que la revolución nos llegue por el iTunes; y a ratos, oyendo hachazos sonoros tan contundentes como Bird Flu, Boyz, World Town o $20 (la mejor versión posible del Where is my mind de los Pixies), hasta yo me lo creo. Joder, yo me quiero casar con esta pava.

2. Radiohead – In Rainbows


Desde que Radiohead se volvieron raritos (o sea, desde Kid A), este es su primer disco que parece más un todo conceptual que una mera colección de canciones que buscan desesperadamente escapar al encasillamiento. In Rainbows es un ejercicio de coherencia total por parte de una banda que hace tiempo que dejó de dar explicaciones a sus fans (el que quiera, que les siga; y el que no, que se ponga a escuchar a Coldplay y deje de dar por culo). Musicalmente, el disco es riquísimo (va desde el post-rock hasta la micro-electrónica comatosa de Boards of Canada, pasando por el pop acústico más clásico) sin saturar ni caer en lo hortera o pasarse de experimental. Temas como 15 Step, Faust Arp, Reckoner, Jigsaw Falling Into Place o Videotape son capaces de enamorar a cualquiera capaz de abrirse de oídos y esperar algo más que una mera sucesión de singles efectistas (increible pero cierto, con todo lo que ha llovido aún sigue habiendo gente que se quedó colgada en Creep o High and Dry). Más allá de su fallido intento por renovar el marqueting musical (por mucho que los críticos eyaculen con lo de colgar el disco en descarga libre por internet, la verdad es que ni es una maniobra comercial demasiado nueva, ni ha tenido el éxito esperado), lo que importa al final es que In Rainbows es una soberana obra de arte.

1. Panda Bear – Person Pitch


Ahora me doy cuenta de que todos exageramos un poco hace un par de años con el Smile de Brian Wilson. Smile era un disco de esos que todo el mundo reconoce como geniales, pero que a la hora de la verdad uno escucha muy pocas veces porque, bueno… porque es “demasiado” genial. Person Pitch, en cambio, tiene a mi reproductor echando humo desde que lo descubrí. Panda Bear (seudónimo tras el que no se esconde una banda, sino un sólo nombre: Noah Lennox, formado en los descacharrantes Animal Collective) ha firmado el disco que los Beach Boys más inspirados (los de Pet Sounds) hubiesen compuesto si les hubiese dado por hacer música electrónica. Una verdadera explosión de matices sónicos, desde la efervescencia lisérgica de Comfy in Nautica, hasta el expansivo y relajante final de Ponytail. Como un hidromasaje para el cerebro. Da rabia coincidir (una vez más) con Pitchfork, pero no queda más remedio. La evidencia es demasiado apabullante: juego, set y partido para Panda Bear.»

Wanted, el cómic, según Chema Pamundi

Publicado: febrero 13, 2015 en Cómic
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Chema Pamundi tiene tanto material inédito que se hace difícil escoger. Pero, como ya se ha visto, en este blog no autorizado no nos limitamos a publicar escritos recientes o de actualidad. Lo nuestro es recopilar, en el orden que nos salga de las narices. Así que aquí damos un salto de 7 años, para leer un crítica sobre un cómic, y conocer la manía que le tiene Chema a Mark Millar.

Escrito publicado por Chema Pamundi en la lista de correo «Mundo Ostia», el 8 de julio de 2008.

«Bueno, pues resulta que hace poco me he leído “Wanted”, la última “joya” de Mark Millar, y como era de esperar me ha gustado muy poco.

Una cosa sí que le voy a reconocer a Mark Millar, y es que sus tebeos nunca aburren. Como guionista, tiene el don del entretenimiento (mucho ritmo y mucha acción). Lamentablemente, junto a ese don tiene también muchas taras, demasiadas para mi gusto: nula capacidad de construir personajes con hondura emocional, dominio absoluto de la forma por encima del fondo (una cosa es ser cinemático, y otra muy distinta no explicar nada en 4 o 5 páginas), un exceso de pastiche referencial (cada viñeta parece un homenaje a otro tebeo o película), unos diálogos absolutamente vacíos y tópicos (en el «Millar World» nadie habla normal, todo el mundo se comunica a base de constantes sentencias lapidarias: cada conversación parece una competición para ver qué personaje tiene la polla más gorda), y una pedantería que supera en mucho su talento (lo cual no es de extrañar, viniendo de un autor que ha dicho que sus grandes proyectos son escribir una secuela de La Biblia, o hacer un cómic basado en El capital de Marx). Millar siempre cree estar reinventando el género, siempre cree estar contándonos una historia épica «bigger than life», y en realidad lo único que hace es emular a otros guionistas que han transitado esos mismos caminos mucho antes que él, y por lo general mucho mejor.

Los tebeos de Millar son todo efectismo y pirotecnia, y muy poquita sustancia (Millar nunca deja que el desarrollo argumental le estropee una buena explosión a media página). Más que tebeos parecen storyboards. Entiendo que a mucha gente le entren por la vista, entiendo que Millar venda mucho, y que sus obras se adapten al cine con éxito. Lo que no acepto es que me quieran vender que Millar es algo así como el nuevo Will Eisner o el nuevo Frank Miller.

¿Y entonces, por qué me sigo leyendo tebeos de Mark Millar? En el caso de Wanted, fue porque el trailer de la película (sí, ya lo han adaptado al cine; está a punto de estrenarse) me picó la curiosidad, y al mencionarlo en una conversación friki con la peña de Venusville me recomendaron efusivamente que me leyera el tebeo original (yo ni siquiera sabía que la película estaba basada en un cómic). Pero eso no contesta a mi pregunta ¿Por qué, en general, me sigo leyendo tebeos de un guionista que no me gusta? Supongo que es porque me da bastante mandra mantenerme al día de los cómics de superhéroes que se publican (cada vez me resulta más difícil separar el grano de la paja), y leerse a Millar es una buena manera de seguir informado sobre lo que actualmente está de moda en el género. Porque Millar, y eso no lo puede negar nadie, es quien hoy día marca más tendencia en los tebeos de supers (en mi opinión, para mal).

De todos modos, he de reconocer que Wanted (que ha sido comparado con Watchmen por algún que otro crítico miope, cuando probablemente no hay en el mundo un guionista más opuesto a Mark Millar que Alan Moore), es la mejor obra de Millar que me he leído hasta la fecha. Lo cual tampoco quiere decir mucho, la verdad. Wanted es, apenas, una relectura de El club de la lucha en clave superheróica: mucho “macho angst” (que, no nos engañemos, no es más que misoginia barata con otro nombre), mucha pose de tipo duro de cartón piedra (intenta ser Harry el sucio y se queda en chulería de videoclip de Snoop Dogg o 50 Cent), mucha recreación en la ultraviolencia como si fuera un recurso estético-narrativo novedoso (cuando los tebeos de superhéroes son ultraviolentos desde hace ya más de 20 años), y mucha transgresión-chic (el final de Wanted, que según algunos es «absolutamente amoral», a mí me pareció un chiste). A cualquiera que se haya leído «Sin City», «Transmetropolitan», «Una historia de violencia» o cosas parecidas, Wanted les parecerá tan amoral y transgresor como los Teletubbies.

Wanted empieza bien, con un planteamiento potente y una narrativa eficaz, y la verdad es que te engancha. Sin embargo, tarda apenas un par de números en convertirse en un tebeo vulgar, en una tópica historia de buenos y malos de las de toda la vida. Bueno, en realidad se supone que en Wanted todos son malos, pero a la hora de la verdad Millar se raja y no se atreve a llegar hasta el final, prefiriendo dejar claro que hasta entre los malos hay “malos de verdad” (o sea, el villano de la historia) y “malos amariconados” (o sea, el prota y sus amigos). Wanted sigue perdiendo fuelle hasta llegar a un final tan soso, tan anticlimático y con tan poca personalidad (el último número de la serie es realmente tontorrón), que uno acaba dando gracias de que la historia se acabe en ese momento, antes de ir todavía a peor.

Por lo demás, Wanted tiene un buen elenco de personajes secundarios (algunos, como Shit-Head, Imp o Mr. Rictus merecerían incluso un spin-off), y un dibujo técnicamente correcto pero sin brillantez (algo que, desde hace mucho, también parece ser una norma en los tebeos de superhéroes), que además se apunta a la irritante moda (¿Soy el único al que no le gusta?) de dar a los personajes los rasgos de actores famosos de Hollywood. Bueno, supongo que es mucho más sencillo dibujar directamente a un tipo con la cara de Samuel L. Jackson, que tener que definir su personalidad sirviéndose del mero lenguaje de los comics (a mí, sinceramente, me parece un recurso tristísimo). En el caso de Wanted, el protagonista es Eminem, la chica es Halle Berry, y el padre del chico es Tommy Lee Jones. En fin…

Total, un tebeo “com si-com ça”, que justifica los 15 euros que cuesta asegurando un par de horas de lectura entretenida, pero que no va a marcar una época, ni le va a cambiar la vida a nadie. Poco bagaje para alguien empeñado en intentar compararse con los más grandes.»

Segunda entrega de momentos históricos, éstos escritos el 1 de diciembre de 2011.

Momentos históricos que se me acaban de ocurrir (VI):

Julio César: Me tengo que cambiar las sandalias pero ya. Mira cómo tengo la suela… No sé qué hago, que las destrozo, por Jupiter.
Bruto: Hay un tenderete nuevo en el mercado que está muy bien.
Julio César: ¿Pero las tienen estilo chancleta? Porque yo ahora en verano paso de los coturnos…
Bruto: Sí, sí, tienen de todo. Y en cuero bueno, nada de esparto ni mierdas.
Julio César: ¿Y dónde está del mercado?
Bruto: ¿Sabes la tabernae de Publio Clodio?
Julio César: Sí.
Bruto: Pues al lado. En el chaflán.
Julio César: Ah, pues ya pasaré. Igual me acerco el jueves, que tengo que bajar al centro.
Bruto: Dí que vas de mi parte, que me conocen y te harán un 10 por ciento, oh César.

Momentos históricos que se me acaban de ocurrir (VII):

Danton: Va un matrimonio mayor paseando por la calle y les sale un atracador con un cuchillo, y le dice el atracador a la mujer “¡Señora, deme su cartera o la degollo”. Y la tía se gira para su marido y le dice “Goyo, dale tu cartera.”
Robespierre: Qué malo…
Dantón: No, no. Es que yo no tengo gracia para contarlos, pero es bueno. Es bueno.

Momentos históricos que se me acaban de ocurrir (VIII):

Gustav Mahler: A mí de verdad, tanto cambio de tiempo me mata. Esta mañana hacía calor, ahora hace frío…
Richard Strauss: Sí. No hay estaciones ya.

Acaban de llamar mi atención sobre el hecho de que, en el Momento histórico V, Neil Armstrong se refiere a Buzz Aldrin llamándole Neil Armstrong. Un lamentable fallo de racord, que no obstante sirve para añadir mayor veracidad a la anécdota (si cabe), pues nadie sería tan idiota como para inventarse una pifia de tal calado…(Pero en el blog somos unos crack, y ya modificamos la pifia en el momento de publicarlo).

Texto publicado por Chema Pamundi en Facebbok el 5 de noviembre de 2012.

«Ayer cerré mis sesiones del Festival In-Edit (ha sido una experiencia genial; el año que viene repito) con la peli “The Filth and the Fury”, que glosa de manera bastante detallada la biografía de los Sex Pistols. Ya la había visto en el 2000 cuando se estrenó en cines, y la volví a ver por la tele dos o tres años después, así que éste era mi tercer pase. Tenía curiosidad por saber si con el tiempo transcurrido habría quedado como una obra parcial y pasada de moda (algo que sí le ocurre a “The Great Rock’n’Roll Swindle”, la otra peli de Julien Temple sobre los Sex Pistols), o si podía ser vista como un título atemporal y “clásico”, como el documento definitivo sobre una banda cuya alambicada historia vital hace difícil sacar conclusiones fáciles (¿Lo suyo fue pura mezcla de suerte y casualidad, o un montaje perfectamente orquestado por el mánager Malcolm McLaren? Tras ver las dos películas y leerme algún que otro libro al respecto, yo sigo sin tenerlo claro). El veredicto es que “The Filth and the Fury” es seguramente la mejor película que el ser humano puede hacer sobre los Sex Pistols. Y eso supone al mismo tiempo una experiencia alucinante… y tremendamente frustrante.

Cartel de la pélicula

El documental entreteje las anécdotas, el análisis musical y el contexto histórico con una gracia descomunal y una narrativa voluntariamente descohesionada y caótica, como un collage de imágenes pensadas no para ser analizadas, sino sentidas (no se puede ser más punk). Siempre que veo “The Filth and the Fury” me hacen gracia las fantasmadas de McLaren, el “gag” de que la banda firmara con tres discográficas distintas antes siquiera de grabar un disco (embuchacándose por la filosa unas 150.000 libras de la época), y las apariciones “pasando por allí” de otros iconos musicales cómo Siouxie Sioux, Billy Idol o Sting. Y me emocionan las declaraciones de Lydon a vueltas con la muerte de Sid Vicious, o la interpretación final del tema “No Fun”, única canción que tocaron en su último concierto, dedicada a un Malcolm McLaren que se había pasado de rosca explotando al grupo (Rotten se despide de la audiencia espetándoles “¿Nunca os habéis sentido estafados? ¡Buenas noches!”).

Sin embargo, también me generan desconfianza las declaraciones de unos y otros, porque todos hablan por la herida y ninguno parece dispuesto a ceder un palmo de terreno. Vale, McLaren estafó a los miembros de la banda haciéndoles dormir en cuchitriles y pagándoles 20 libras a la semana mientras él se forraba, pero teniendo en cuenta que eran cuatro chavales de familia obrera que no tenían puta idea de tocar una nota en su sitio (salvo Steve Jones), y cuyas únicas aptitudes parecían ser drogarse, emborracharse y romper cosas hasta caer inconscientes, cabe preguntarse dónde estarían ahora de no ser precisamente por haber conocido a McLaren. Me parece bastante naif por parte de Lydon asumir que la muerte de Vicious fue culpa de Nancy Spungen y el circo mediático al que se vio sometido. No. Vicious tenía todos los números de la rifa para acabar mal hiciese lo que hiciese.

Sea como sea, “The Filth and the Fury” es una película imprescindible sobre la gestación del que posiblemente sea el mejor disco de rock’n’roll de la historia (porque al final, ese y no otro es el verdadero legado de los Pistols). Me encanta. Paradójicamente para una banda que ha sido tantas veces acusada de montaje mediático, cada vez que veo a los Pistols sobre un escenario todo lo demás me parece falso.»